BRASIL -

Una mañana de verano, me desperté en un departamento lujoso con vista al Cristo Redentor, me quede mirándolo por un tiempo observando cada punto que desde ahí se veía. Me bañe, abre tardado unos 40 minutos disfrutando el agua, me cambie y baje a desayunar, frente mio tenia una gran variedad de frutas de todos los colores y riquísimos por cierto, cuando me sentí satisfecha, subí, me cambie y salí a caminar por las calles de Brasil, casi todas las personas andaban en rollers y en malla, los entendía porque hacia un día bastante caluroso , caminando por las calles de la ciudad escuchando música, llegue a la playa y ahí decidí parar y zambullirme en esas aguas que parecían que me invitaban a nadar.